Los volúmenes testiculares más pequeños están relacionados con más actividad del cerebro relacionada con la crianza
Washington. (EFE).- Los hombres con testículos más pequeños son
más propensos a involucrarse en el cuidado cotidiano de sus hijos, según un estudio de la Universidad Emory que
publica hoy Proceedings of the National Academy of Sciences.
Los volúmenes testiculares más pequeños también están relacionados con
más actividad del cerebro relacionada con la crianza en los padres cuando ven
fotos de sus propios hijos, añadió el estudio.
"Nuestros datos indican que la biología del humano masculino
refleja una transacción entre lo que es más importante para el apareamiento y
lo que inclina más hacia la crianza", señaló el antropólogo de Emory,
James Rilling, quien condujo la investigación.
El estudio se propuso determinar por qué algunos padres invierten más
tiempo, esfuerzo y atención que otros en la crianza de los hijos.
"Es una cuestión importante porque otros estudios han demostrado
que los niños y niñas cuyos padres están más involucrados en la crianza tienen
mejor desempeño social, psicológico y educativo", agregó Rilling.
La teoría evolucionista de la vida sostiene que la evolución mejora la
asignación de los recursos, ya sea al apareamiento o a la crianza de manera que
la aptitud alcance valores máximos.
Si bien puede haber factores sociales, económicos y culturales que
afectan el grado de atención de los padres dan a la crianza, los investigadores
buscaron factores biológicos.
Se sabe que los niveles más bajos de testosterona están correlacionados
con una mayor participación en la crianza, y que los niveles más altos de esa
hormona pronostican más divorcio y poligamia.
Además de la producción de testosterona, los testículos producen esperma
y el tamaño de los testículos está más vinculado con la
cantidad y calidad del esperma que con los niveles de la hormona.
Los investigadores entrevistaron a setenta hombres que eran padres
biológicos de hijos o hijas con edades entre uno y dos años, y que vivían con
la criatura y su madre biológica.
Los científicos entrevistaron por separado a las madres y a los padres
para determinar el grado de participación del hombre en el cuidado de los hijos
en tareas como el cambio de pañales, la alimentación, el baño, o el quedarse en
casa para cuidarlos cuando están enfermos.
A los hombres se les midió su nivel de testosterona, y mediante una
imagen funcional por resonancia magnética (MRI) se les midió la actividad
cerebral cuando observaban fotos de sus hijos con expresiones de alegría,
tristeza y neutrales.
Mediante MRI estructural se midió el volumen de los testículos de los
participantes.
Las conclusiones mostraron que tanto los niveles de testosterona como el tamaño de los testículos
están inversamente relacionados con el grado de cuidado paternal directo del
cual habían dado cuenta los hombres y las mujeres en las entrevistas.
El artículo señala que, si bien los niveles de testosterona pueden estar
más relacionados con la competencia entre los machos previa a la copulación, el
volumen testicular puede reflejar una inversión de apareamiento
postcopulatoria.
Asimismo, los autores señalaron que en los últimos cincuenta años el
número de mujeres que crían a sus hijos por su cuenta ha crecido
sustancialmente en Estados Unidos y que, aunque hay muchos más hogares sin
padre presente, en aquellos en los cuales el padre está presente éste tiende a
estar mucho más involucrado en la crianza que los padres del pasado.
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