Luego del triunfo en el Súper, Boca volvió al trabajo en un clima distendido y lleno de sonrisas. Riquelme entrenó a la par del grupo y no mostró señas de dolor, mientras que Gago, Erbes y Zárate laburaron al margen.
Luego del triunfo en el superclásico, el plantel de Boca volvió a entrenarse en un clima de felicidad y con muchas sonrisas entre los jugadores. Antes de ingresar al predio Pedro Pompilio pudieron ver las pancartas que los hinchas colgaron en agradecimiento por la hazaña del domingo y luego tuvieron una práctica liviana, en la que empezaron a poner la cabeza en Rosario Central, el rival que viene.
Luego de una charla de Bianchi, el plantel se dividió en titulares y suplentes. Con Riquelme a la par (había terminado el clásico con un golpe), los primeros hicieron regenerativo mientras para el resto hubo trabajos físicos y fútbol reducido. A este grupo se sumaron Alan Aguirre (uno de los que tenía paperas) y el Burrito Rivero, que afronta la última parte de la recuperación de uno de sus gemelos. El que no estuvo, afectado a la Selección, fue Agustín Orion.
Pero también están los lesionados. Los que no pudieron entrenarse con el grupo fueron Gago, Erbes, Zárate, Ribair y Acosta, todos tocados, a los que tendrán entre algodones para ver si alguno llega al domingo. Tres de ellos fueron titulares contra River. Pintita estaría descartado pero ¿llegarán Pichi o el juvenil lateral?
